05 Nov 2018

Conectando la eficiencia de uso de los nutrientes con la productividad futura de los suelos

El desarrollo e implementación de practicas de manejo de nutrientes adecuadas es clave para sostener la sostenibilidad de los sistemas de producción


En Argentina, la demanda mundial de alimentos, piensos, fibra y biocombustibles desde la década de 1990 ha impulsado un fuerte aumento (3,7 veces) en la producción de granos. Sin embargo, este crecimiento se ha logrado principalmente mediante la expansión del área plantada por el país (especialmente la soja) en lugar de la mejora del rendimiento.
El uso de fertilizantes en Argentina ha sido históricamente bajo, pero ha aumentado considerablemente de 360,000 t en 1993 a 3,6 millones (M) t en 2017. Las tendencias muestran un aumento constante hasta 2007, seguido por una desaceleración entre 2008 y 2015, y luego una recuperación aparente en 2016-17. Esta evolución en el consumo de fertilizantes se ha relacionado con la expansión del área, los precios de los fertilizantes y los granos, y también con las políticas gubernamentales. Fertilización de cultivos de campo (es decir, soja, maíz, trigo,girasol, cebada y sorgo representan aproximadamente el 80% del uso total de fertilizantes en Argentina; el promedio actual es de 75 kg de producto fertilizante por hectárea.
Este crecimiento significativo en el uso de fertilizantes ha mejorado parcialmente los balances de nutrientes para los cultivos de campo, pero aún están lejos de alcanzar niveles considerados sostenibles. La remoción de N, P, K y S por los granos de 1990 a 2016 se estimó en 26.6, 7.7, 18.6 y 4.1 M t, respectivamente. Durante este mismo período, la aplicación de N, P, K y S en estos cultivos representó solo el 40%, 48%, <1% y 26% de estas extracciones de nutrientes.
La remoción neta de N y P (así como de K, S y otro nutrientes) con el grano cosechado se produce a expensas de las reservas de nutrientes del suelo y la mineralización neta de la materia orgánica del suelo, resultando en un deterioro progresivo en la fertilidad del suelo, p.e. pérdidas de 30 a 50% para la materia orgánica del suelo nativo, y expansión de suelos bajos en P Bray.
Toda esta evidencia sugiere la necesidad de aplicaciones de nutrientes que puedan sostener altos rendimientos de cultivos y productividad del suelo. A modo de ejemplo, la investigación a largo plazo en la Pampa central realizada por la Región CREA Sur de Santa Fe ha demostrado un aumento en el rendimiento de grano con una fertilización NPS equilibrada de 27% a 120%, dependiendo de la condición de fertilidad inicial de cada sitio. Estas respuestas generaron beneficios económicos de US$80 a US$370 / ha / año, dependiendo de la condición de fertilidad inicial de cada sitio. Además, la fertilización con NPS equilibrada ha aumentado la C orgánica del suelo en un 7%, la concentración de glomalina en el suelo (indicador de actividad microbiana) en un 23% y la respiración microbiana en el suelo en un 50% .
Vea el articulo completo de la revista Better Crops en el link adjunto.

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