22 Sep 2008

Mejores prácticas de manejo de la nutrición y de los fertilizantes en cultivos de cosecha gruesa

Mejores prácticas de manejo de la nutrición y de los fertilizantes en cultivos de cosecha gruesa

El escenario actual de la producción de granos presenta condiciones especiales para definir el manejo no solamente del cultivo en general sino de los nutrientes y fertilizantes en particular. Los costos crecientes de la tierra y los insumos, en muchos casos no son compensados por los mejores precios de los granos, y a esto se le suma la incertidumbre en cuanto a las condiciones para el futuro cercano. En este marco, la intensificación, definida como la mayor y más eficiente producción por unidad de recurso y/o insumo involucrado, se presenta como una alternativa válida.

El escenario actual de la producción de granos presenta condiciones especiales para definir el manejo no solamente del cultivo en general sino de los nutrientes y fertilizantes en particular. Los costos crecientes de la tierra y los insumos, en muchos casos no son compensados por los mejores precios de los granos, y a esto se le suma la incertidumbre en cuanto a las condiciones para el futuro cercano. En este marco, la intensificación, definida como la mayor y más eficiente producción por unidad de recurso y/o insumo involucrado, se presenta como una alternativa válida.

La intensificación debe responder a los objetivos del productor: productividad (P), rentabilidad (R), sustentabilidad del sistema de producción (S) y protección del ambiente (A). Por otra parte, estos objetivos deben responder a los objetivos de sustentabilidad económica, ecológica y social comunes a toda la sociedad (Bruuselma et al., 2008).

El manejo de los fertilizantes, y nutrientes en general, debe compatibilizarse con y responder a los cuatro objetivos del productor (P, R, S y A), por lo que las mejores prácticas de manejo (MPM) de nutrientes y fertilizantes se consideran un subconjunto de las mejores prácticas de manejo de cultivos a nivel de lote y/o establecimiento. Las MPM en el uso de fertilizantes se basan en la elección de una fuente correcta para ser aplicada en dosis, forma y momento adecuados (Bruuselma et al., 2008).

La Figura 1 muestra la relación existente entre los distintos niveles discutidos, las MPM de fertilizantes insertadas en el manejo productivo, rentable, sustentable y cuidadoso del ambiente de los cultivos, para responder a los criterios de sustentabilidad económica, ecológica y social demandados por la sociedad. Este marco general enfatiza la necesidad de implementar las MPM de los fertilizantes a partir de principios científicos probados que son globales y también aplicables a nivel de establecimiento. Las MPM deben ser evaluadas a través de indicadores que reflejen el impacto combinado de las mismas a nivel regional, nacional y global.

Los nutrientes generalmente deficientes para los cultivos en Argentina son el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el azufre (S). En los últimos años, se han observado deficiencias de algunos nutrientes secundarios (magnesio, calcio) y micronutrientes (boro, zinc, molibdeno) en algunas zonas, fundamentalmente a partir de la intensificación de la agricultura (mayores rendimientos y reducción de períodos bajo pastura), las cuales inevitablemente deben ser consideradas a partir de la información disponible.



Figura 1. Marco global para las mejores prácticas de manejo (MPM) para el uso de los fertilizantes (Bruuselma et al., 2008).

Algunas consideraciones importantes:

· El escenario actual de la producción de granos requiere que seamos eficientes en el manejo de los sistemas de producción y en el uso de los recursos e insumos involucrados. Frecuentemente, ante una relación de precios insumo/producto creciente, se toman decisiones inmediatas de reducción de uso de los insumos sin considerar la información científica disponible.


· La fertilización de cultivos debe manejarse en función de la cuantiosa información experimental existente y asociarse con otras prácticas de manejo de suelos y cultivos que maximizan la productividad y rentabilidad del sistema, y preservan y mejoran la sustentabilidad y calidad del recurso suelo (rotaciones, siembra directa, implantación de coberturas, manejo integrado de plagas y enfermedades, etc.).
· Es importante conocer el balance de nutrientes de los lotes en que se está trabajando y, como estos balances se relacionan con la disponibilidad de los nutrientes para los cultivos en rotación. El proceso productivo no se reduce a un único ciclo agrícola.
· Para lograr los objetivos de productividad, rentabilidad, sustentabilidad del sistema y calidad ambiental, es necesaria la aplicación de las MPM de fertilizantes: dosis correcta, fuente adecuada, momento correcto y ubicación correcta del fertilizante. La combinación de estos cuatro factores permite alcanzar rendimientos elevados, rentables y sustentables a corto y largo plazo, y maximizar la eficiencia de uso de los nutrientes beneficiando a los productores y a toda la sociedad.
· En una campaña “difícil” como la 2008/09, debemos tener presente las principales MPM:
      · Análisis de suelo como herramienta básica en la toma de decisión de la fertilización.
      · Mantener fertilizaciones balanceadas según las necesidades del lote y el cultivo. Inversiones en un nutriente “caro” como el P son muchas veces imprescindibles para obtener respuestas de otros nutrientes como N o S.
      · El uso de dosis correctas, es decir necesarias para alcanzar máximos rendimientos económicos, resulta en el mayor retorno económico, no solamente de la inversión en fertilizantes, sino también de la tierra, y de otros recursos e insumos.
Vea mas informacion sobre mejores practicas de manejo para el uso de fertilizantes en cultivos de cosecha gruesa en los siguientes archivos y sitios:



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