Hacia los 80 quintales de soja en el Sur de Santa Fe
Introducción
La brecha entre los rendimientos de soja obtenidos por los productores de punta y la media de los partidos es grande. Esto deja entender que a través del manejo de cultivos se puede mejorar mucho aún. Desde el punto de vista del productor, el rendimiento potencial se define mediante prácticas de manejo tales como la elección de la fecha de siembra, el grupo de madurez del cultivar sembrado, la latitud donde se encuentra el lote de producción y la estructura del canopeo establecida mediante la elección del espaciamiento y la densidad de siembra lograda. Por otro lado, la elección del lote de la mano del uso o no de pronósticos climáticos, análisis de suelos y demás herramientas de diagnóstico, definen el efecto de los factores limitantes del crecimiento (agua y nutrientes) y el rendimiento alcanzable.
En la zona de trabajo de la Región CREA Sur de Santa Fe, a través de la Red de Nutrición del mismo CREA, en conjunto con el IPNI y el auspicio de Agroservicios Pampeanos, se cuenta con un gran respaldo de información acerca del uso de análisis de suelos como herramienta de diagnóstico en la zona, y de los efectos de aportar una nutrición balanceada de nitrógeno (N), fósforo (P), y azufre (S), los nutrientes actualmente más limitantes para el logro de altos rendimientos de maíz, trigo y soja (Boxler, 2013). Por otra parte, la región también se destaca por la generación constante de información, en campo de productores, respecto a la elección de los mejores genotipos y las prácticas más adecuadas para la protección del cultivo. Sin embargo, se plantea que el cultivo de soja debería alcanzar altos rendimientos, mayores a los logrados actualmente en la región.
A partir de los antecedentes mencionados, este trabajo surgió de la inquietud creciente del equipo de trabajo acerca de las brechas entre los rendimientos logrados y los potencialmente alcanzables en la Región CREA Sur de Santa Fe. El objetivo fue analizar las diferencias entre un planteo de alta producción (con tecnologías disponibles) y un planteo tradicionalmente utilizado en la zona.
Materiales y métodos
La evaluación se llevó a cabo en el establecimiento “La Nostalgia”, del productor Joaquín Lagos, ubicado en Santa Isabel (Santa Fe), quién se planteó como objetivo bajar la proporción de campo alquilado y destinar los recursos necesarios para aumentar la productividad y sustentabilidad del campo propio. Considerando los cultivos de trigo, soja y maíz, el esquema de tecnologías propuesto fue implementar las mejores prácticas de manejo en cada lote en cuanto a rotación, fertilización y protección de los cultivos.
En un ambiente con alto potencial y pronósticos de una campaña climática favorable, se fijó como objetivo un rendimiento 8000 kg/ha, planteando estrategias que reduzcan el efecto de factores limitantes y reductores del mismo.
Manejo del cultivo
Alta producción
La fecha de siembra fue el 26/10/2012. La variedad de soja utilizada fue Don Mario 3810. Las semillas fueron tratadas con Nitragin Optimize II + Acronis (metil tiofanato+pyraclostrobin) –Novozymes®-. En barbecho se realizó una aplicación de 4 l/ha de glifosato + 800cc/ha de 2.4-D + 80 g/ha de Clorimurón. El arreglo espacial se estableció con una distancia entre surcos de 42 cm, y una densidad de 35 semillas/m2. Las plantas logradas fueron 29.8 pl/m2.
Para decidir la fertilización se realizó un análisis de suelo en pre-siembra, en 0-20 cm de profundidad..
Se realizó una fertilización de base a la siembra con el fertilizante granulado MicroEssentialsSZ -Mosaic®- en 150 kg/ha (18 kg N, 24 kg P, 15 kg S, 1.5 kg Zn). Entre R1-R3, se realizó un análisis foliar del cultivo y se decidió la aplicación foliar de fertilizante con Glytrac –Yara®- a 2l/ha (0.14 kg N, 5 kg Ca, 0.2 kg Zn, y 0.1 kg B). Se realizó monitoreo periódico de plagas, enfermedades y malezas. En el estado de V6 se aplicó fungicida –Vivarus- en 0.3 l/ha, en R3 se aplicó Amistar Xtra en 0.4 l/ha. En R3 se aplicó Coragen a 30 cc/ha + Clorpirifós en 500 cc/ha. Tanto en R1 y R5 se aplicaron 3/ha de glifosato.
Manejo convencional del productor
La fecha de siembra fue el 26/10/12. La variedad de soja utilizada fue Don Mario 3810 de uso propio, y las semillas fueron tratadas con Maxim 102 -Rizobacter®-. En barbecho se realizó una aplicación de 3.5 l/ha de glifosato + 600cc/ha de 2.4-D + 80 g/ha de Clorimurón. Al igual que en el lote de alta producción, el arreglo espacial consistió en una distancia entre surcos de 42 cm, y una densidad de 35 semillas/m2. Las plantas logradas fueron 29 pl/m2.
La fertilización se decidió sin análisis de suelo, esperando cubrir los requerimientos de P y S con 150 kg de una mezcla 0-33P205-0-10S.
Se realizó monitoreo periódico de plagas, enfermedades y malezas. En R3 se aplicó 300 cc/ha de Amistar Xtra + 60 cc/ha de Archer Plus. Tanto en R1 y R5 se aplicaron 3/ha de glifosato.
La cosecha de ambos lotes se realizó el 21/3/2013, y el rendimiento se corrigió a humedad comercial (13.5%).
Resultados
El cultivo de alta producción desde un principio mostró diferencias visuales notorias respecto del lote con manejo convencional del productor. En las Fotografías 1 y 2 se muestran imágenes de los cultivos en los estados de V4 y R5, donde las diferencias son evidentes a simple vista.
Fotografía 1. Cultivo de soja de alta producción. Izquierda: cultivo a en el estado de V4. Derecha: J. Lagos en el cultivo en el estado de R5.
Fotografía 2. Cultivo de soja de manejo convencional del productor. Izquierda: cultivo a en el estado de V4. Derecha: J. Lagos en el cultivo en el estado de R5.
Los rendimientos logrados fueron de 5600 y 7500 kg/ha para los lotes con manejo del productor y de alta producción, respectivamente. En este último se registraron, en monitor, picos de hasta 9000 kg/ha. Es innegable que los 5600 kg/ha logrados con tecnología convencional del productor son un muy buen resultado, pero sin embargo, aún así se estába perdiendo potencial.
De tal manera, se decidió analizar si existía una pérdida de ganancias en el manejo del productor por no adoptar el manejo de alta producción. Considerando el margen bruto (MB) para ambas situaciones, el cultivo de alta producción significó en gastos extra de 926 $/ha (+33%) respecto del lote con manejo convencional del productor, y registró un MB extra de 1924 $/ha, también un 33% mayor.
Consideraciones finales
· Tanto el rendimiento físico como económico resultó muy bueno en ambos manejos, pero claramente el manejo de alta producción fue superior en estos aspectos.
· Los resultados obtenidos son fuertemente alentadores para continuar con el enfoque de buscar techos de rendimientos más altos en la región y evaluar con mayor detenimiento las variables que contribuyen a lograrlo.
Recursos adicionales
Soja AP - Informe CompletoSize: 0.76 MB